Festival de Radiopolis, viva la música libre.

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Los festivales de música nacen como un conjunto de celebraciones en honor de los dioses. En el 4500 a.C, los egipcios realizaban estos festivales acompañados de danza. Famoso fue el festival de Tutankamon donde la cantidad de alcohol ingerida dejó a más de uno hecho una momia. Los griegos y romanos también se reunían a […]

Radiopolis

Los festivales de música nacen como un conjunto de celebraciones en honor de los dioses. En el 4500 a.C, los egipcios realizaban estos festivales acompañados de danza. Famoso fue el festival de Tutankamon donde la cantidad de alcohol ingerida dejó a más de uno hecho una momia. Los griegos y romanos también se reunían a escuchar música, no entre ellos por supuesto, cada uno por su lado, pero se reunían.  Muchos atribuyen a estas reuniones el haber evitado que los griegos se metieran en el caballo, una vez conquistada Troya. Fue Nerón, con sus instrumentos y su frase “Esta ciudad va a arder”, la inspiración metafórica de futuras rock stars que brillaron en los festivales venideros. Los Juegos Píticos en Delfos incluían actuaciones musicales, y pueden ser considerados los primeros festivales. Dicen que el mismo Apolo hacía riffs con el arpa desde el Olimpo. Fueron suspendidos porque la peña mezclaba cicuta con vino y se descontrolaban.

Ya en el siglo XX, el fenómeno de los festivales de música tiene su mayor explosión durante la transición entre los años sesenta y setenta en el ámbito de la música rock y pop. En particular el glorioso año 1965, Frank Morris inventó la pulserita en la muñeca para identificar a los asistentes, idea por la cuál fue contratado en la cárcel de Alcatraz, dejando para siempre la organización de festivales. Luego, los dos acontecimientos musicales históricamente más importantes, fueron el Festival de la Isla de Wight en 1968 en el sur de Inglaterra y el Festival de Woodstock en 1969 en Estados Unidos. 45 años después, el sábado 31 de mayo del 2014, se celebrará el IV Festival de la Radio Comunitaria de Sevilla organizado por Radiópolis (88.0 FM). Nos encontramos con Marián Ruiz, del magazine underground «Piccoladas de Lava», y Vocal de Cultura de dicha emisora.

El fin de semana anterior al Festival de Radiopolis se organizó el Festival Territorios, ¿qué diferencia un festival de otro?

Pues, al menos hoy en día, casi todo. La verdad es que cuando regresé a Sevilla,  Territorios ya estaba alojado, como nosotros, en el Monasterio, y eso sí lo tenemos en común, aunque nosotros nos reducimos al Patio del Padre Nuestro, en el que se celebrará después el Nocturama. Muchos amigos me han hablado de los  inicios de Territorios, cuando se distribuía en escenarios pequeñitos por toda la ciudad, venían grupos de fuera y creo que también tocaban grupos locales… no se, quizás de entonces podríamos sacar más parecidos razonables.

Este gran proyecto ciudadano e independiente, dedicado a la cultura y a la comunicación, se sitúa en el contexto del Tercer Sector. Como emisora comunitaria y espacio de explosión cultural  tiene  un carácter abierto, participativo, no comercial, experimental, independiente….y, desde 2012, la emisora es absolutamente autofinanciada y autogestionada. Radiopolis nació en 2006/07 fruto de los presupuestos participativos en la ciudad de Sevilla y su festival surge en el año 2012, con una llamada publica a todos los radioyentes, para generar un movimiento que apoyara a la emisora en su intención de continuar funcionando y creciendo. Tanto los muchos y muy buenos músicos que han subido al escenario en las tres ediciones anteriores, como los muchos voluntarios de los que se nutre la organización de este Festival, como su propio público, participamos en esta gran fiesta con esa intención. Es un proceso de construcción colectiva de un instrumento, la Radio Social.

Radiopolis

¿Qué música se oye en la radio?

Hoy en día,  la muy diversa parrilla radiopolera está, como la mayoría de las radios, compuesta de mucha música y muy variada (con programas temáticos de heavy metal, rock, pop, clásica, jazz, boogie, funk, soul, blues, etc.) y por numerosos colectivos, movimientos sociales, organizaciones, asociaciones, plataformas y personas que aportan su conocimiento y experiencia para que las ondas contribuyan a generar el cambio que queremos. Feministas, Decrecimiento, Moneda Social, Afectados por la Hipoteca, 15M, hacktivistas, ecologistas, economía social… Entre todos, hacemos de la radio un espacio de libre expresión, generación de conocimiento, cultura libre y plataforma de lanzamiento de grupos y bandas noveles, liberando música y mucho talento.

¿Este festival se trata de una cita anual o ya han experimentado otras frecuencias?

Es una cita anual, y menos mal (risas)… como decía, todos los que hacemos este festival lo hacemos de manera voluntaria, y te aseguro que es muchísimo trabajo, puesto que su celebración implica a muchas personas. Cuando empezamos, apostamos fuerte y nos atrevimos a hacer dos ediciones seguidas: primavera y otoño. Nos dimos cuenta de que era un esfuerzo difícil de sostener en el tiempo, y que era mejor hacer un solo gran festival y dedicar esfuerzos a otras muchas áreas, tareas y actividades que también nos requerían en ese momento de cambio de modelo. Gracias a esta decisión, por ejemplo, pudimos poner en marcha La Torre Encendida, involucrarnos en proyectos, o en acciones de calado social y político como el Foro Andaluz de La Comunicación o la Ley de Participación Ciudadana. El activismo social y cultural supone estar siempre en marcha.

Hablemos del concepto de “música libre”, ¿cómo se le retribuye al creador de una canción las horas de composición?

Si le preguntamos esto a la AGEDI o a la SGAE, veremos que el suyo es un  planteamiento que trabaja desde los presupuestos de la economía de la escasez, algo paradójico en un momento de expansión cultural tan impresionante como es nuestro siglo XXI.  Es decir, estas entidades de gestión reparten lo que recaudan, legítimo o no, entre muchos, llegando a los músicos asociados un sustento de forma intermitente, desigual e inestable en un pequeño porcentaje, algo que podría hacerse asimilable a un “premio”. Queremos trabajar desde otros presupuestos: la música pertenece a sus autores,  y hoy en día hay medios y canales con la tecnología disponible suficientes como para romper este mercado desequilibrado y plantear un cambio necesario para los que disfrutamos de la música, haciéndola o escuchándola. Los que la emitimos y la promovemos sin hacer uso comercial de ella la estamos fomentando. Tenemos que salvar la brecha que, apoyada en herramientas como la Ley de Propiedad Intelectual, ahonda entre el público y los artistas con el argumento de la piratería. Y hacen falta más, muchos más espacios de difusión, uso y disfrute para la cultura (no nos gusta hablar de consumo musical, término propio de la industria): radios sin radiofórmula ni listas cerradas de éxitos preconcebidos, festivales independientes y que apuesten por la calidad y por prestar escenario a la música en directo, plataformas digitales, web 2.0, para que cada banda encuentre a su público.

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Al caer la venta de discos todos los grupos apuestan a tocar en vivo, si eso se liberara… ¿esa gente de que comerá?

El IV Festival ha sido el primero de Música Libre como tal. Con él, Radiopolis emprende una campaña y abre una línea de trabajo en torno a la Cultura Libre. Hemos empezado a hacer programas temáticos en torno a esta materia, la de la música y en general, la cultura libre, para trabajar conceptos, realizar análisis, generar debate, y plantear opciones. Queremos continuar este camino con la máxima participación. Esto es sólo el principio. Pero opciones avanzadas ya hay muchas. En nuestro blog, tenemos enlaces a numerosas páginas, recursos y repositorios en los que ya se plantean soluciones concretas a estas preguntas. Es necesaria mayor implicación social y actividad para motivar cierta voluntad política.

¿Qué grupos seleccionaron y por qué?

Pues ha sido un súper curro. Lo primero que sacamos después de empezar a organizarnos, de generar un equipo de trabajo inicial (el de comunicación del Festival) y de celebrar las primeras reuniones fue la convocatoria a bandas y a voluntarios el día 20 de marzo, con la genial imagen que nos ha hecho Andrés García, de Último Mono, nuestro diseñador, también voluntario, como yo misma, o Ismael González, Carlos García, Piedad Bejarano, Amador Pérez, Marta Lancharra… mogollón de compañeros

En cuestión de horas, en las que pusimos los carteles y abrimos el Facebook del Festival vieron la convocatoria por RRSS miles de personas. El Facebook subía, los primeros días, a cientos de seguidores diarios. Una verdadera avalancha. En un mes teníamos unas 150 bandas que cumplían los requisitos: temas originales y derechos no cedidos, candidatas a tocar en nuestro Festival. Increíble. Todos los estilos, edades, propuestas, experiencias, recorridos…. Ismael y Amador se encargaron de la lista de todos ellos, escucharlos a todos, contactar con los que no habían enviado bien la información, etc. Después celebramos una mesa de selección con el criterio de calidad, diversidad de estilos (la radio y su audiencia es diversa, como decíamos) y sobre todo, de contar con música bailable.

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Habiendo tantos grupos con hambre de tocar en vivo, ¿no se plantearon hacer un mini festival para cada mes?

(Risas)… ¡Morimos! Creo que hemos respondido antes. No, pero si que fue tan difícil la selección por la calidad de los grupos (horas y horas escuchando, barajando opciones, posibilidades…), que llegamos a plantear el montar dos escenarios.  Y eso sí, poco a poco irán pasando por la Radio. Por programas o por la Torre Encendida, muchos de ellos. Son mutuas las ganas de música en vivo.

Pero al final ¿a quién seleccionaron?

Nos quedamos con : La Catedral Sumergida, Pop de cámara electrónico alternativo, Electro pop. Error Electrónica, Rock, Pop, Psicodelia, Electro-dance, Techno. Ion Din Anina (Dj Set). Espantapajarracos, Western – Hard Rock, Classic rock, blues, boogie. Linimento Volátil, Rock alternativo nacional con letras en castellano, Rock urbano. Hipnopedy, Rock con toques Soul y Funk, rock psicodélico. My Yellowstone, Americana Music / Rock / Folk. Juego Sucio, Hard Rock en español, Heavy. The Bloop, Post-Punk Rock, Noise, Post-Grunge.

Hay que destacar la gran variedad de estilos y el excelente nivel de calidad de las bandas.

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¿No tener un criterio de estilos puede ser una desventaja con otros festivales más definidos hacia un género?

No lo creemos así. Es el festival de la Radio. Tendremos durante todo el Festival Radio en directo, en FM y en streaming. Todo el que quiera, aunque no esté en La Cartuja, lo podrá escuchar, vivir, sentir lo que allí está pasando, como lo viven los músicos, los compañeros de los programas semanales, los voluntarios de las distintas áreas, artistas que vendrán a dar una sorpresa, la gente de la organización del festival… Es nuestro IV Festival y la verdad, no pretendemos competir, nunca ha sido un objetivo. Somos pequeños y somos felices así. Este es un proyecto colectivo y siempre ha estado muy arropado por la gente.

El festival se trasmite por radio y es muy barata su entrada, es una gran idea, ¿es viable económicamente?

La entrada de 2 euros se estableció para poder afrontar los costes fijos del espacio: limpieza y seguridad del recinto. En el Alamillo siempre fue acceso gratuito. Radiopolis es curranta y vamos a por la barra, que también está a precios populares. ¿Viable económicamente? El Festival es vía de ingresos para la Radio, el medio de comunicación social de la ciudad, no busca el autosostenimiento ni la rentabilidad como evento independiente.  Si estuviera planteado en esos términos, creo que no. Esta reflexión y toda nuestra experiencia las sumaremos a la línea de trabajo de cultura libre que emprendemos colectivamente con este Festival. Queremos trabajar porque la cultura y la comunicación libres salgan de la total precariedad a las que se están viendo sometidas.

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¿Qué festival tienen en la memoria que les gustaría reproducir? Es decir, uno que hayan vivido y que se digan “quiero organizar esto

(Piensa)…para mí… ¡este! He participado en los cuatro Festivales celebrados hasta la fecha (de hecho, mi propia llegada a la Radio fue desde la primera convocatoria de voluntarios del I Festival) y ha sido un proceso de aprendizaje a todos los niveles, impresionante. A la vista está que esa es otra de las grandes ventajas o aportes que hace este formato de festival colectivo, participativo y abierto (como el software libre): todos sumamos conocimientos, experiencias, saberes, las ponemos en común, las compartimos, y así, nos empoderamos, individual y colectivamente. Aprendemos a escuchar, confiar, trabajar en equipo… es un artefacto diferente.

Ah! Eso sí, el primer Festival llevó la coletilla de Radiopolis “In the Park” una idea de nuestro compañero Ismael conocido en el ambiente musical  sevillano por Dr. Música y que actualmente “rige” la vocalía de Música en Radiopolis,  y claro está, era nuestro homenaje a Woodstock… casi !

IV Festival de la Radio Comunitaria de Sevilla, Radiópolis 88.0 FM

Sábado, 31 de mayo, Monasterio de la Cartuja, Patio del CAAC, acceso Puerta del Río

Podéis encontrar su blog en http://festivalradiopolismusicalibre.wordpress.com/

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Por Joaquín DHoldan // Fotos: Miguel Jiménez

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