Pony Bravo y la mezcla soñada

Tengo un amigo que afirma haber demostrado que Dios existe y está hecho de música. Su teoría merecería un reportaje propio y por si fuera cierto, puedo escribir un borrador para un futuro evangelio. Como todo fanático basaré mi testimonio en la convicción absoluta de haber sido testigo directo de un milagro: en menos de una semana comencé a leer “Cómo funciona la música” de David Byrne, un amigo que vive en Roma -Maximiliano Angellieri- me envió en exclusiva el nuevo disco de su grupo “Exilio Psíquico” (una banda uruguaya de culto en los noventa), me regalaron miles de archivos de música y le hice una entrevista a mi grupo español favorito: Pony Bravo. Y ahora viene el milagro, conozco a un costalero que dejó su hermandad porque la salida le coincidía con un bolo que había conseguido para el grupo de rock en el que toca el bajo.

De niño soñaba con ser periodista (miento, soñaba con ser Superman, pero la sensatez me decía que al menos podría ser Clark Kent), pero nunca me tentó dar noticias, ni me creí lo de “informar”. Me gustaba la entrevista como género literario y más aún si el marco es la admiración. Al contrario de lo que dicen los que saben de esto, creo que uno entrevista mejor a quien admira, y lo hace porque tiene una gran pregunta que contestarse: ¿Por qué me fascinan tanto estos tipos?

Los Pony Bravo manejan dos lenguajes con maestría, uno desde la estética de sus afiches (en ellos conviven Nazarenos Jedis con Ewoks crucificados, Michel Jackson Virgen, o el mismo rey del Pop en un paso de Semana Santa, incluso podemos ver a Chiquito de la Calzada  como esfinge en el desierto). El otro lenguaje es la música (el Espíritu Santo, según mi amigo). Un talento que les permite rotar en escena la ejecución de instrumentos. Desde el comienzo intenté que Daniel Alonso, (voz, teclados y afiches) me descubriese el secreto de sus superpoderes.

Hércules de niño ahorcó una serpiente, Mozart compuso melodías, el Marqués de Sade perseguía compañeritas en la guardería, ¿Cuándo los Pony Bravo eran “pequeños ponys” que hacían y que querían ser de adultos? ¿Y de adultos mayores?

Para estar a la altura de Hércules, Mozart o el Marqués de Sade, te tendría que decir que nosotros domábamos cobras, atacábamos otros poblados vecinos y cazábamos cervatillos en el bosque de Sevilla y sus aldeas colindantes, pero no es verdad, éramos niños normales como cualquiera. De adultos siempre hemos querido ser millonarios como Bill Gates o Aznar, pero por ahora parece que ese objetivo está bastante lejos. Yo me conformo con mantener los amigos que ahora tenemos y seguir disfrutando haciendo música, que no es poco.

Cuando escuché “Si bajo de espaldas no me da miedo” y vi a la Giralda saliendo como un cohete de Cabo Cañaveral, supe que un grupo nuevo tenía algo diferente. ¿Pony Bravo es un proyecto colectivo desde el principio o uno de ustedes lo soñó antes de que existiera?

El grupo se formó en 2006 y a partir de ahí se fue conformando todo, la idea fue empezar de cero y hacer algo que fuera de los cuatro.

Confieso que sentí un temblor cuando los vi reseñados (junto a “Las Buenas Noches) en la Rolling Stone, señalándolos como el nuevo sonido del sur. ¿Son los tres discos parte de un plan o han ido surgiendo en base a algo que no sea el propio gusto del grupo?

Los discos van surgiendo de forma natural como en la mayoría de grupos, hay un ideario o ciertos enfoques que compartimos, pero cada disco responde a la música que vamos haciendo en cada época, es cuestión de ir mejorando, no repetirse para no caer en fórmulas, ensayar en el local siempre que podamos, trabajar mucho las letras, ese tipo de cosas.

El siguiente estremecimiento lo tuve en la pasada edición de Territorios Sevilla, cuando de forma unánime sentimos que lo mejor del festival no fue el playback de Alaska, sino ustedes. ¿El humor de las letras se disfruta más en vivo?

En directo hay siempre variaciones con respecto al disco, son formatos diferentes y cada uno se disfruta de una manera, a mi me gustan los dos en realidad.

Les han elogiado la fusión ¿Es la mezcla un estilo propio y sin fin? ¿Qué otras mezclas les gustaría experimentar en el futuro? (mezclas musicales me refiero).

Sobre las mezclas y fusiones, yo creo que toda la música es el resultado de mezclas, fusiones, cruce de culturas y épocas, todo es una remezcla. Desde ese punto de vista la mezcla si que es un estilo sin fin, como tú dices. Sobre el futuro, supongo que continuaremos con el mismo eje que ya venimos trabajando, incorporando lo que vaya sucediendo. Queda mucho por hacer todavía, en estos oficios siempre se está aprendiendo, suena a tópico pero es verdad.

La mezcla hace complejo ver las influencias y los gustos ¿Cuáles son sus discos, músicos, grupos y canciones favoritos?, además de Devo, (elogio sin parar el cover de “Whipit”)

Pues además de Devo, por seguir con grupos de esa época que dio cosas tan buenas a la música, Palais Schaumburg, Dead Kennedys, Talking Heads, Konk, Can, Arthur Russell, Derribos Arias, Veneno, Silvio, Liquid Liquid, Suicide, etc… aunque grupos favoritos hay muchos, es imposible ponerlos todos, cada época tiene siempre grandes discos y grupos por descubrir. 

Cada vez se hace más visible el nombre de “Pony Bravo” en los carteles de los festivales, ya se han visto en portadas de revistas musicales, y se hace más unánime el aplauso. ¿Qué más debería pasar?

No lo sé, por ahora nosotros estamos felices y seguimos tocando mucho, y preparando canciones nuevas para el próximo disco. En los conciertos encontramos muchos amigos y buena respuesta del público, y eso también hace que en el grupo haya buen ambiente. A veces desde fuera parece que va todo mejor de lo que va, o que ganamos mucho dinero y vivimos ya de esto, pero no es así, sigue siendo un proyecto pequeñito y seguimos con nuestros trabajos aquí en casa para llegar a fin de mes, pero estamos felices con lo que hemos conseguido, es mucho más de lo que esperábamos cuando empezábamos.

¿Está resultando una buena idea permitir la descarga de los discos? 

Sí, esta funcionando muy bien, y es importante que cambiemos la idea de internet y del copyright cerrado con detalles como este. La idea de permitir la descarga legal nos parece algo positivo y necesario, así como las licencias copyleft o la necesidad de que los grupos que no queremos pertenecer a empresas como la SGAE podamos cobrar nuestros derechos de autor, algo que sigue sin pasar. En el Pony trabajamos sin ese ingreso por los derechos de autor, y eso hace que todo sea mas duro económicamente, pero si no te implicas, al final no cambia nada, y las cosas tienen que cambiar, no puede ser que siga habiendo una minoría que se enriquece con la música y que luego haya grupos buenísimos en el underground que se separan porque no pueden continuar con el grupo, o salas de conciertos históricas que tienen que cerrar porque dentro de nuestro gremio no colaboramos entre nosotros. Hace falta un cambio de actitud en como se gestiona el negocio musical.

Pocos grupos tienen tan asociada la propuesta musical a la estética de sus carteles y portadas. Las imágenes provocan, homenajean, mezclan. ¿Qué más querrían transmitir con ellas?

No hay un sólo objetivo concreto y preciso, se trata de generar imágenes que complementen a la música y aumenten y definan el resultado final. Si de paso hay humor y te diviertes, mejor todavía. Yo siempre he hecho collages y carteles al mismo tiempo que letras y música, es lo mismo adaptado a diferentes lenguajes artísticos, requiere más esfuerzo pero merece la pena al final.

Algunos extranjeros quedan por fuera del humor de las mismas ¿Son concientes de ello y renuncian a este hecho o quizás en el futuro universalicen el concepto de mezclar imágenes? ¿Existe el riesgo que eso mismo pase con la música?

Si haces música, intentar ser de donde no se es no suele traer nada bueno, al menos así lo veo yo, y tampoco hay que agobiarse si alguien de otra cultura no entiende todo lo que uno hace, eso no quita que le pueda gustar o no, aunque como bien dices haya detalles que no entiende todo el mundo, y llevas razón en que eso ralentiza la difusión de tu música, pero por suerte con internet y el paso de los años hay muchos aficionados a la música que oyen de todo y se lo curran, y aprenden a diferenciar músicas y elementos locales de todas partes. Te puedes encontrar con un chaval de veinte años de un pueblecito cualquiera alejado de los grandes centros culturales que sabe más de música africana o de blues que otro de Nueva York, Londres o Berlín. En ese sentido hacer cosas con elementos locales no es un impedimento tan grande, y casi que es una ventaja porque puedes ser mucho mas preciso si sabes de lo que hablas. De todas formas son enfoques personales, hay gente que prefiere buscar la conexión universal con todo el mundo y eso también esta muy bien, todos los enfoques son buenos si salen de las tripas del que lo hace. Si el músico es honesto eso luego se nota, ya sea en el disco o cuando lo ves en directo en persona.

¿Cuál sería la mezcla soñada?

Hay muchas mezclas que nos imaginamos, pero el presente ya te llena de sorpresas, hoy día en España están apareciendo nuevos grupos que aportan su remezcla personal de la historia musical y ya con eso te vuelves loco, no da tiempo a oírlo todo, en realidad está sucediendo ahora, y seguirá, porque este proceso es imparable. Esa es la mezcla soñada en realidad, variedad y muchos grupos por descubrir.

¿Por dónde cabalga el pony en los próximos días?

Estaremos tocando el 4 de abril en Planta Baja en Granada, 10 de abril en el Ciclo Pop and Dance en la Joy Eslava de Madrid, el 11 de abril en el Ciclo Pop and Dance pero esta vez en la Sala Apolo de Barcelona y, además, vamos al festival SOS de Murcia, al Low Festival, al Contemporánea de Alburquerque y al Arenal Sound.

Termino de escribir estas líneas escuchando el “Salmo 52:80” y “La Rave de Dios”, incluidos en “Un gramo de fe”, el segundo disco de nuestros sagrados “ponys”.

Hagamos un trato, el primero que llegue al cielo, sube el volumen.

Gracias a El Rancho (Productora y editorial) y en especial a Olga Beca pudimos acceder a la intimidad del grupo. Intimidad pública: sus discos, afiches y vídeos los comparten generosamente en la red en:

http://enelrancho.com/PonyBravo

“Pony Bravo” son Daniel Alonso, Darío del Moral, Pablo Peña y Javier Rivera.

Por Joaquín Dholdan // Fotos: Miguel Jiménez

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