Cuando a uno le dan un revés en su trabajo y le impiden ejercerlo con total libertad se puede hundir o reinventarse. Eso es lo que les pasó a un grupo de dibujantes de la revista El Jueves cuando su editor decidió censurar una portada satírica con la Corona de por medio. Decidieron marcharse de allí y publicaron un número digital de más de 100 páginas donde tuvieron total libertad para, precisamente, hablar del tema que les habían censurado. Fue tal el éxito del número 0 de Orgullo y Satisfacción que decidieron seguir con ello y transformarlo en publicación mensual donde por un precio irrisorio podrían tener total libertad de expresión y sobre todo una forma directa dibujante-lector que no se conseguía con otro tipo de lectura.
José Luis Ágreda, Guillermo, Bernardo Vergara y Mel Prats forman parte de Orgullo y Satisfacción y presentarán en Sevilla el nuevo número de la publicación que saldrá apenas un día después de su charla en Garabatofest.
Hablar con ellos provoca un antes y un después en tu persona ¡y eso que sólo lo hicimos con dos! Escuchar este viernes 31 las experiencias de estos cuatro exponentes del humor gráfico será memorable.
¿Os molesta que os presenten como «los ex humoristas de El Jueves»? A Jennifer Aniston, 20 años después, le siguen llamando Rachel…
Guillermo: No nos molesta pero sí que esperamos que dentro de un tiempo seamos nosotros mismos. A mí desde luego no me molesta porque El Jueves es una revista de la que sentirse muy orgulloso.
Ágreda: A nosotros no nos molesta, no sé si a alguien de El Jueves quizá sí. Trabajamos muy a gusto allí.
¿Seguís teniendo buena relación con ellos?
G: Sí, con el dueño de RBA nunca habíamos tenido ninguna así que seguimos sin tenerla. Y con la directora y todos los compañeros sigue siendo igual de buena.
A: La ruptura fue triste para todos, para los que se quedaban por la situación en la que se quedaban y para nosotros porque aparte del palo económico que supone, dejas el sitio en el que estabas trabajando durante años. Creo que yo llevaba como 14 años allí.
En El Jueves teníais una conocida estabilidad laboral, podría decirse que era lo más parecido a trabajar como funcionario en el mundo de la historieta…
G: ¿Qué quieres decir? ¿Qué nos tocábamos los cojones?
A: ¡Qué nos escaqueábamos cuando queríamos!
¡No iba por ahí! ¿Os tomáis Orgullo y Satisfacción como el reto de conseguir el equilibrio mensual que teníais en El Jueves? ¿O pensáis que podéis llegar más lejos, arriesgar y realizar cosas en las que no habíais pensado antes?
G: Nosotros nos tomamos Orgullo y Satisfacción como una manera de ganar dinero, que es lo que necesitamos. Y hacerlo ya. ¿Qué pasará en un futuro? No tengo ni idea, no lo saben ni los que están en El Jueves.
A: Nos dedicamos a hacer tebeos, perdimos el medio que teníamos y buscamos otro. Nos hemos inventado el soporte porque no había uno para nosotros.
Dejasteis de trabajar bajo unas directrices con las que no estabais de acuerdo y os liasteis la manta a la cabeza. Sois un ejemplo de que con potencial y una idea clara, todo puede conseguirse.
G: Somos un ejemplo de gente que no tiene un duro. Antes éramos un ejemplo de llegar a fin de mes y ahora de no llegar. Es de lo único que podemos dar lecciones: de falta de dinero.
Sí, sabemos hacer esto y es lo que hacemos. Nos hubiese gustado hacer una revista en papel y llegar a los quioscos, pero para eso hace falta tener dinero detrás y si no lo tienes, pedirlo prestado, con lo cual estás en las mismas de que mañana llegue el dueño y te eche, te censure o te diga que no puedes publicar esto. Luego te encuentras en la calle y debiendo dinero a la gente.
Haciéndolo de esta manera en internet, si se deja de vender o tienes problemas, no vas a acabar entrampado pagando facturas del pasado.
A: Es una oportunidad de empresa que es difícil que se dé. Somos autores conocidos, con una carrera profesional extensa y somos los que hemos sacado este tipo de negocio. No es sólo un blog que se actualiza todas las semanas, es algo profesional que se mueve parecido a una cooperativa.
En el proyecto Orgullo y Satisfacción dirigís Guillermo, Albert Monteys, Manel Fontdevila, Bernardo Vergara y Manuel Bartual…
G: Somos una Sociedad Limitada, que es un tema que a mucha gente le pone nervioso porque espera que seamos una cooperativa autogestionada o asamblearia y al decirles que somos una sociedad, nos llaman cuanto menos «capitalistas». Esta es la manera más segura de defendernos de una querella porque evidentemente ahora no tenemos el respaldo de un grupo fuerte. Esta es la forma más cómoda legalmente.
Estos cinco socios, tras decidir formar esto, la siguiente pregunta que nos planteamos fue la de hacerlo de manera legal y Manuel, que ya tiene una editorial, fue quien dijo que no debíamos salir al mercado sin una manera de defendernos a nivel judicial. Tenemos pánico a las querellas porque realmente pueden hundirte.
¿Quiénes dibujáis allí?
A: El primer número eran todos los que habían salido de El Jueves por el tema de la censura. En los siguientes números se ha ido incorporando gente, no sé si alguien se ha caído…
G: Ha habido una baja, Isaac Rosa, que escribe en eldiario.es y se ha tomado ahora un año sabático porque ha escrito una película. En el proyecto la intención es meter a gente nueva en cada número, darle variedad a la revista y calidad. Y estar con el oído puesto en lo que la gente dice, pide y quiere, estar muy pendiente de cómo respira el público.
¿Redes Sociales?
G: Solamente un 1,1% es el que luego lee la revista. Pero sí hemos escuchado a gente de la que nos fiamos, gente que le gustan los tebeos y posiblemente, hasta del típico friki. Ahora mismo tenemos gente amenazándonos por ser separatistas catalanes, nacionalistas españoles…
A: ¡Por la misma historieta!
G: Gente que dice que somos unos asquerosos catalanes, unos asquerosos españoles. En el número que tenemos ahora a la venta, tenemos un sumario y nos han dicho que por qué la única mujer que aparece ahí es una puta. Sale un cura, un tío con la picha fuera, la masa… ¡que acabo de caer que es femenino! y un tipo nos escribe diciendo que estamos perpetuando los roles.
La semana pasada en Valladolid, después de hablar en una cooperativa en la que se pusieron todos muy nerviosos al conocer que somos una S.L., salimos a cenar y en la calle nos encontramos una manifestación de un grupo separatista castellano que iban gritando «Españoles, hijos de puta, españoles, hijos de puta…» ¡qué en Valladolid llamen hijos de puta a los españoles!… ¡Y con acento fino!
¿Cómo os coordináis con los temas siendo tantos? ¿No os entran ganas a todos de dibujar al Pequeño Nicolás a la vez?
A: El primer número sí que fue algo más colaborativo, pero para que no sea un caos el tema de llevar una revista mensual, tiene que haber alguien que dirija y de eso se encargan los fundadores. Alguien que coordine que no se repitan chistes, temas, para que el lector tenga una revista en condiciones y no algo incoherente o reiterativo.
G: Eso es fundamental para funcionar, no es popular decirlo, pero para que algo prospere tiene que haber una mínima jerarquía del trabajo. Nosotros la tenemos organizada alrededor de Manel Fontdevila y Albert Monteys, que tienen una calidad indiscutible y son tíos que tienen la autoridad moral y técnica de saber por dónde nos movemos. Todos los demás que estamos allí sabemos que su opinión importa y mucho, la respetamos y tienen una autoridad contrastada. Son gente que el trabajo que hacen enamora. Es como una mujer de la que te enamoras y te pide que te tires de un barranco. Te tiras aunque luego sea un error. Pero allí estamos todos enamorados de Manel y Albert.
Cuando fundamos la revista se hizo por email como todo últimamente en esta vida. Las pajas te las haces por ordenador y fundas empresas desde el ordenador. El fin de semana que salimos todos de El Jueves rebotados, tuvimos una serie de reuniones por mail y lo primero que dijimos fue que ellos dirigieran. También tenemos la suerte de que Manuel Bartual es un tío que ya tiene una editorial que sin él evidentemente no habría salido esto ni de coña.
¿La actualidad que nos rodea os lo pone demasiado fácil a la hora de encontrar la inspiración?
A: Hay demasiados temas para una sola revista. Lo que está difícil es encontrar chistes que no se hayan hecho ya. La actualidad te da muchos chistes pero salen enseguida en la red, así que lo que se le exige a la revista es darle una vuelta de tuerca extra.
G: Hay gente que cuando se te ocurre un chiste ya lo han hecho. O chistes mejores que el tuyo. Así que cuando se te ocurre algo tienes que meter en Google las palabras claves y ver si alguien lo ha hecho antes.
¿Ha contactado con vosotros alguien de Casa Real o el gobierno? ¿Os constan impresiones de ellos?
G: Antes de la crisis, La Casa Real era mucho de contactar con lo que llaman «colectivos sociales» y nosotros como gremio de humoristas, hemos estado con ellos. Antes, en la prehistoria, El Jueves ha ido a audiencias en Zarzuela y nosotros como periodistas de prensa diaria, también. Ahora, salvo dibujantes institucionales tipo El Roto, que van allí en plan Sabina, en plan colega…
Con lo progres que parecen…
G: Pasa que las veces que hemos ido a Zarzuela —fijaos cómo lo digo, sin el «La» para que parezca que voy todos los días—, nosotros hemos ido completamente cagaos. Durante la charla que daremos os contaré anécdotas de traca.
Recuerdo hace muchos años una conferencia vuestra. Yo rondaría los 20 años y cuando acabó la batería de preguntas sobre vuestro trabajo, Guillermo empezó a contar anécdotas sobre una famosa vedette y un famoso monarca que me dejaron tocado mucho tiempo. ¿Orgullo y Satisfacción permite a los autores salirse del tema de cada número y poder meter una historieta de 10 páginas sobre el tema o realmente tenéis bastante controladas las colaboraciones por autor en cada número?
G: Prometimos al lector que tendría más de 100 páginas, pero hay números que tendrán más. Lo único que no podemos es pasar un tope físico por el volumen de descarga.
Además, hemos visto que no era viable hacer un número de 100 páginas sobre un tema que igual a alguien no le interesaba, así que lo que hemos hecho son cosas nuevas, como series ó la sección «Majaradas» que si alguien ha disfrutado dibujándola, alguien seguro que disfrutará leyéndola. En este número de noviembre, hay unas majaradas de Paco Sordo, que si nosotros como viejos lobos de mar nos hemos descojonado, te coge con 20 años y te quieres dedicar a esto. Luego tenemos a Mel Prats, que es un genio para las series, con un personaje que es el típico aprensivo con miedo a todo: Paco Pánico. Fontdevila, el creador de La Parejita, trae una serie de un tipo que se llama Narciso y es un feminista progre que en este caso reflexiona sobre cómo hacerse una paja bajo criterios estrictamente feministas, Paco Alcázar y la serie de una vigilante de metro, Manuel Bartual y una familia del futuro afectada con problemas de hoy que han degenerado… esta gente va dando lo mejor de sí mismos disfrutando lo que hacen. Amor puro y duro. Cada vez vamos a ir quitando todo lo que sea más coñazo aunque salga alguien diciendo «estáis quitando todo lo coñazo, machistas».
A: En este número hay un coñazo de esos que quizá traiga quejas…
G: Bah, aquí en Andalucía no creo.
Un seguidor de vuestro trabajo sabe que no es que os hayáis cortado precisamente en la anterior etapa, y salvo por los temas concretos de censura de portadas y demás, el contenido de vuestras historietas, tanto como en El Jueves como en prensa diaria siempre ha tenido pinta de que ha sido totalmente libre y que solo vuestra propia autocensura y conocimiento de los límites de cada medio ha podido frenaros un chiste (imagino que a veces, ni eso). ¿Pensáis que un medio tan libre en todos los sentidos como Orgullo y Satisfacción va a haceros hacer un humor diferente? ¿En qué pensáis que puede cambiar?
G: Vamos a hacer lo mismo que hacíamos. La clave es lo que ha dicho José Luis antes: el pacto con el lector. Tenemos uno que espera lo que está acostumbrado a recibir y es por donde seguiremos. Cada uno sabe lo que hay que dibujar, dónde está cómodo y hasta dónde quiere llegar. El que nos vio en la-conocida-anterior-revista-en-la-que-estábamos, va a seguir disfrutando con la garantía de que no va a venir el director a chapar.
¿Qué límites os ponéis a la hora de trabajar?
A: A mí es que no me pide el cuerpo pasar de muchos límites, soy muy comedido.
G: El límite está en que lo que esté dibujando sea necesario para el efecto que buscas. A nosotros nos encanta lo que llama la gente «el mal gusto», pero si éste no tiene nada detrás, es ridículo. Como esos niños que aprenden a decir «caca, pedo» y lo repiten. Es como aquella época española del destape con aquellos desnudos que «los justificaba el guión». Hay que tener mucho cuidado si eres especialmente habilidoso dibujando de no caer en eso, de distraer al lector innecesariamente para el chiste. La regla de oro en todo lo que hagas, incluso en la vida personal, es «Menos es más».
A: Se busca hacer humor, no una polémica. Lo importante es que tenga gracia con los métodos y sutilezas que sean necesarios, dándole el lector lo que buscaba al comprarnos.
G: No caer en la zafiedad. Cada cosa tiene su lenguaje, como esa frase famosa de Woody Allen de «el sexo solo es bueno si se hace sucio» o algo así. Hay cosas en la vida por las que hay que pringarse, no puedes ir siempre como El Roto, sin mancharte.
Es irónico y curioso que igual tenemos que pasaros la entrevista antes para que hagáis censura previa. Estáis dando muchos nombres…(risas)
G: ¡Qué va! Y quien dice El Roto, dice Forges. Él arrastra multitudes, arrastra progresismo y si publicáis esto quizá me lo robe alguien y se ponga la medalla pero os lo contaré y diréis que tengo razón. Forges es el tipo enrollado, feminista, progre, que dibuja a la mujer leyendo en el sofá mientras el marido está viendo el fútbol, pero, y esto es una cosa que ha desaparecido de Internet, Forges es el inventor de las focas y un lenguaje en el que le llamaba a la mujer y esposa de cada uno: «vacaburra», «foca semoviente», «mole»… de eso ya nadie se acuerda.
Es un trabajo en el que existen plazos y a veces llega a ser tedioso cumplirlos, que la inspiración salga. Trabajar con el humor, es algo que nos parece heroico.
G: A mí me puede parecer heroico ser arquitecto. Se trata de una mecánica, eso de que hay días que no se te ocurre nada existe, pero tiras de recursos.
A: En El País me costaba un poco, Maruja Torres me daba un tema y al día siguiente tenía que tener la ilustración, me pasaba el día histérico y en la última hora lo dibujaba porque la resolución era lo más fácil. Ella me llamaba o me ponía un mail diciéndome «voy a hablar de esto» y lo entregaba incluso a veces después que yo.
¿Se llega a sacar tiempo para pensar en proyectos propios? ¿Tenéis alguno?
G: Yo llevo tres divorcios. A mí cuando se divorcian mis esposas me dicen que conmigo no tienen un proyecto de vida. Es una profesión que, si tienes mucho trabajo, no tienes mucha vida social. Si quieres dedicarte a esto tienes que estar muy pendiente de la actualidad y generalmente somos gente con tendencia sedentaria. Nuestro hobbie es el que nos da el dinero, por eso no nos aguanta nadie, porque si estuviéramos deseando dejar de trabajar para tener una vida… No desconecto jamás. A cualquier hora estoy pensando en chistes, sacándole punta a todo y sobre todo, mirando el trabajo de mis compañeros para ver si copio algo. Que es algo que hace todo el mundo y poca gente reconoce, pero lo nuestro se basa en robar sin que se note. Si robas bien, luego se lo confiesas a la víctima y te lo agradece diciéndote cosas como «hostia, has llegado donde yo quería llegar». No es ninguna broma, es así. Otra cosa es ser rápido y sacar algo antes que el otro.
A: Siempre se evoluciona sobre el trabajo de los demás.
Sabéis de alguna anécdota que se haya dado con el primer y exitoso número de OYS que nos podáis contar? Entre 35.000 compradores alguna habrá. Por cierto, imagino que os sorprendió la cifra.
G: Tenemos gente que donó hasta mil euros. Luego tenemos una muy graciosa de una conocida presentadora de televisión, muy progre, que estaba siempre diciendo «a esta gente hay que apoyarla». Aportó 1,5 €. Pero no está mal, porque ganamos más con la difusión. ¡Y luego están nuestras familias!
Nosotros tenemos un programa informático donde vemos caer el dinero que nos va llegando de la revista a tiempo real, y con el primer número era muy emocionante porque no dejaban de caer moneditas, como aquel episodio de Breaking Bad. Ahora vemos delante de la pantalla que cae un euro, a la media hora otro… Eso es lo peor, porque antes perdíamos el tiempo en internet viendo porno y ahora con las moneditas.
Vamos a celebrar el Garabato Fest el fin de semana que viene. Muchos de los que se acercan a la ilustración provienen del cómic y viceversa. ¿Qué relación tenéis con la ilustración? ¿Puede llegar a gustaros más que dibujar historietas?
A: Es mucho más entregado hacer tebeos de todas, todas. En la ilustración sacas los trabajos mucho más rápido, los proyectos son más cortos y pensar una idea para ilustración es mucho más fácil e inmediato que el humor, que es muy complicado. No es solo transmitir una idea, sino que resulte graciosa para el mayor número de gente. Disfruto con las dos cosas, pero no me resulta tan rentable hacer tebeos.
Si pudierais dejar a un «negro» algún elemento de vuestro trabajo: entintar, colorear, pensar los guiones, ¿cual sería? ¿Es tan engorroso dibujar historietas como nos queréis hacer creer?
A: Siempre dejo los guiones a un negro (risas). Escribir no es algo que no me guste exactamente, sino que me cuesta muchísimo. Tengo más inseguridad escribiendo que dibujando, donde tengo más control sobre la actividad. Disfruto dibujando los guiones de otro.
G: No dejaría ninguna parte a nadie, pero sí que es verdad que si alguien en quien confías te da el guión, está genial. Llevaba mucho tiempo trabajando en Marca, la prensa deportiva es puro forofismo y se espera de un dibujante que también lo sea por lo que me han pasado cosas de llegar el director y decirme «oye, dibuja esto que es graciosísimo» cuando a lo mejor no tiene ni puta gracia y solo trataba de responder en su propio periódico a una guerra personal.
Si algún dibujante que no abandonó junto a vosotros El Jueves os pregunta si puede formar parte de Orgullo y Satisfacción ahora que está seguro de que todo irá bien, ¿lo acogeríais? ¿O le diríais que no por principios?
G: Hay una frase que se repite siempre: «Orgullo y Satisfacción ha nacido para tener a Pedro Vera». No tenemos nada contra nadie, pero sí es verdad que la revista nació acogiendo a todos los que se fueron de El Jueves. Ahora habría que ver otras cuestiones y si nos interesa. Mucha gente nos ha tachado de “guays” por habernos ido o de estar dando una imagen de gente muy comprometida y los que se quedaron en la revista no, cuando es igual de héroe tanto el que se fue como el que se quedó, que por cierto, lo tiene muy jodido.
A: Algunos han intentado ridiculizar algo que no fue fácil para ninguno.
¿Después de haber visto películas como “El Gran Vázquez” os veis vosotros dentro de una película con el paso del tiempo?
A: Eh… No. Esta última pregunta mejor borradla.. (Risas)
G: Es que estamos hablando de Vázquez, por ejemplo, que fue un genio… La nuestra sería aburridísima. Aunque en nuestro gremio hay algunas vidas acojonantes. Por ejemplo, se me ocurre la vida de Kim, el dibujante de «Martínez, el facha». Sí, Kim podría tener una peli perfectamente.
Es un seductor, tiene un gran éxito con las mujeres; es un tío que entra en un sitio y todas las tías se giran. Súper elegante dibujando, hablando, te hace juegos de magia, si hay un piano lo toca… ¡Es brutal! Es uno de los grandes y encima no tiene enemigos en este gremio, que es complicado.
Recuerdo que hace unos años tenía una novia súper feminista, muy guerrillera, muy rollo de las que dibuja Robert Crumb. En una especie de conferencia en Murcia invitados por una caja de ahorros, nos llevamos a medio Jueves. Yo iba con mi novia y Kim la vio y me dijo muy suave “¡Pero bueno, Guillermo! ¡Qué belleza! Preséntame a tu chica”. Les presenté y, sin mediar palabra, Kim le coge el culo y le dice “Ay, oye. Qué guapa eres». Yo me di la vuelta esperando la hostia que le iba a dar y no se la dio. De hecho estuvo toda la noche pegada a él. Le tocó el piano, le hizo juegos de magia… En fin. Ya en casa le dije “Oye, muchas gracias por no montar el número allí por lo de Kim” y ella me dijo “Joder, Guillermo. Si es que nunca me habían cogido el culo de esa manera. Fue tan agradable… Lo que tienes que darme gracias es de no haberme ido con él porque no eres ni la mitad de hombre que él”. Me jodió vivo.
Por Nazaret Escobedo y Jesús Vázquez // Fotos: Miguel Jiménez
Ilustraciones cedidas por Orgullo y Satisfacción
