Martes 8 – De misterios inexplicables, trastornos de la personalidad y descompresión
Ma Loute (Bruno Dumont, 2016, Sección Oficial). El realizador Bruno Dumont sigue la senda de P’tit Quinquin, miniserie producida por el canal Arte y donde se realizaba una deliciosa amalgama de géneros y subgéneros, entre el whodunit más clásico, el humor absurdo y el retrato social más encarado al racismo. En Ma Loute nos encontramos otra vez con un pueblo y unas misteriosas desapariciones alrededor de una bahía. Un grupo de estrafalarios personajes de vacaciones, una familia de pescadores con un secreto horrendo para una puesta en escena deslumbrante, un cúmulo de situaciones de extrañeza que se podrían definir como un punto medio entre La matanza de Texas y Las vacaciones de Mr. Hulot: slapstick puro y duro, diálogos de besugo, aires de cómic a lo Tintín, lucha de clases soez y de trazo grueso. Algunos acabarán agotados entre tantas caídas, tortazos y unos interpretaciones desatadas, entre los que destacan una inesperada Juliette Binoche, comodísima en su nuevo traje de clown. Otro paso más en esa maravillosa disección del ser humano por la vía de la risa de Bruno Dumont.
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Ma Loute. Bruno Dumont
I, Holga Hepnarova (Petr Kazda, Tomás Weinreb, 2016, Las nuevas olas). Michalina Olszanska, protagonista también de otra de las películas vistas durante el SEFF, The Lure, da vida a Olga Hepnarova, una chica excesivamente frágil e insegura, que la vida le enseña a golpes que este mundo no está hecho para ella. Rodada en austero blanco y negro y con una intensa atracción por los sucesos cotidianos, I, Olga Hepnarova aprueba con nota por el irresistible magnetismo de su protagonista, convenciendo, en todo momento, de que lo que viene por llegar, no es que se justifique, pero sí que se podría llegar a entender. Con un ritmo moroso, con gusto por los planos quietos y largos, algo que desesperará a los ávidos consumidores de cine fragmentado pero que es harto necesario para crear el clima de inquietud, desasosiego y enorme tristeza que la historia requería.
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I, Holga Hepnarova. Petr Kazda
Y acabamos la jornada con Voir Du Pays, (Delphine Coulin, Muriel Coulin, 2016, Las Nuevas Olas), apreciable, por original, acercamiento a la figura de la mujer en el ejército, por medio de una trama de desintoxicación, vivencias en realidad virtual de la tragedia acontecida, terapias de psicólogo y fiestas regadas en alcohol y otras sustancias. Tras una misión en Afganistan, un destacamento francés arriba a un hotel de lujo de Chipre para pasar tres días exorcizando demonios, a través de una novedosa terapia en la que se enfrentan a la lucha pretérita mediante su recreación en 3D, asesorada por especialistas de la salud mental. Aunque peca de simplista en ocasiones, con un excesivo subrayado en los diálogos de lo que ya las imágenes nos revelan, Voir Du Pays funciona mientras sus planos se aferran a ese paraíso lleno de mujeres en tanga y fornidos chipriotas, en el que los miembros del equipo tienen mucho que echarse en cara y demasiado tiempo libre para unas personalidades iracundas. Funciona menos cuando las chicas se dan un paseo por el pueblo, donde nuevos personajes aparecen (que poco aportan), algunas trampas efectistas para despistar y algún que otro simbolismo de todo a cien. Aún así merece la pena, sobre todo por sacarle los colores a la figura paternalista que ejercen muchos hombres cuando están cerca de mujeres.
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Voir Du Pays. Delphine Coulin, Muriel Coulin