“Roma y candombe, papa y papisa, el no y el sí, el sí y el no, lo insólito”
Lauren Postigo en CANTARES
DRAMATIS PERSONAE
La Actriz: ROMA CALDERÓN
La Reportera: MAMEN CALVETE
ESCENARIO
Le XIX, un precioso café modernista en el centro de la ciudad. Evocador. Suena la música y la camarera sonríe al compás de las bebidas.
ACTO I
Escena I: El encuentro
Reportera: en primer lugar muchas gracias por aceptar, te conozco desde hace un montón de tiempo (risas), desde Bárbara que me pareció un espectáculo brutal y del que ya luego te preguntaré.
Actriz: ¿Viste Bárbara? ¡Qué bueno!
Reportera: tu trabajo me pareció impactante, me generó mucha curiosidad por lo multidisciplinar, por lo trabajado que estaba todo. Vocación en estado puro. ¿De pequeña dijiste eso de “¡¡¡Mamá quiero ser artista!!!”?
Actriz: ¿o el bicho ha ido creciendo dentro de mí? (ríe mientras termina la frase). Tengo un recuerdo con cuatro años, en el pueblo de mi madre, un pueblo chiquitico de Castilla, Villanueva de Alcardete, donde las calles estaban sin asfaltar cuando era pequeña, es decir un pueblo, pueblo. Cuando iba en verano, organicé una función en el patio de casa. Me fabriqué el vestuario, una flor enorme en la cabeza con papel, y con todo lo que encontré, y monté un mini-show.
Avisé a los vecinos, los congregué, saqué las sillas de toda la casa y las puse a modo de patio de butacas, y ¡les cobré la entrada, cuidao! (risas). Los senté y actué para ellos, años después, sigo haciendo lo mismo (más risas y un mohín divertido).
Reportera: de esta manera contestas ya a mi segunda pregunta, ¿cómo y cuándo empezaste, jajajaja?
Actriz: ¿cómo empecé realmente en la profesión? Aparte de que la cabra tira al monte, y a mí se me veía venir desde chiquitita. Yo bailaba, cantaba y pintaba de chica, era como un animal creativo, pero siempre pensaba que eso era cosa de otros.
Me apuntaba a clases de todo, se lo pedía a mi madre y lo hacía, pero no me planteaba convertirlo en mi profesión. Hasta que un día, mi hermano se encontró una agenda de teléfonos por la calle. Empezamos a llamar a los teléfonos para averiguar de quién era, porque claro era una putada para el que la había perdido y queríamos devolverla.
Y uno de los teléfonos a los que llamamos, era de una agencia de representación artística. Fuimos a devolver la agenda, y según entramos por la puerta el tipo de me dijo (agudiza la mirada y afina la voz): “¿tú no has pensado en trabajar…?”
Reportera: ¡Me encanta! Esto es como cuando paran a las modelos y las descubren por la calle.
Actriz: Pues algo así, lo que pasa es que a mí me timaron porque la agencia era una mierda y me sacaron la pasta para hacerme las fotos y demás. Pero fue eso el link para decir ¡hostia esto puede estar en mi vida!
Reportera: Además tú eres de toda esa generación del Instituto del Teatro, una vorágine que empieza en una época en la que todos los que la han vivido son artistas muy completos, y coinciden en lo especial de aquella formación ¿no?
Actriz: Sí, era muy buena escuela, muy completa. Si tenías un mínimo de inquietud podías además buscar cosas en paralelo, la formación reglada que era súper amplia y de repente hacer talleres de autogestión, por ejemplo. Montábamos unas en la cafetería, que ríete tú de Fama.
Era tremendo, montábamos escenario y todos los fines de semana, había propuestas personales (con énfasis, sus ojos hablan). Y ya desde entonces se empezaba a ver, éste es más performántico, éste es más musical, yo era súper cabaretera ya desde siempre. Cada uno iba apuntando maneras.
Reportera: Siempre he querido saber una cosa y aprovechando este encuentro te la pregunto. Hubo un momento anterior a Roma creo que fue Rosa Calderón o bien fue Roma y después Rosa. Un mix en lo que no sé bien que es lo que ha pasado. ¿Quién es Rosa Calderón, quién es Roma?
Actriz: (entre risas) Pues primero fue Rosa Calderón, bueno primero fue Rosa Mari, para que nos vamos a engañar. Luego fue Rosa Calderón, y hubo un momento, en el que crecí. Yo siempre he crecido, y cuando he notado que he crecido, he necesitado un cambio extremo que acompañara a ese crecimiento. Digamos que me miraba al espejo y no me reconocía, entonces me cortaba el pelo, me lo cambiaba de color, cambiaba de ciudad, de casa o de novio. Y hubo una época en la que crecí tanto (con una A marcada, precedente del cambio), hice tantos cambios, el salto fue cuántico, que no podía ni siquiera llamarme de la misma manera.
Entonces empecé a buscar nombre, y un año después apareció ROMA, a las cuatro de la mañana ¡PUM! codazo a Agus que era mi novio en aquella época. “-¡AAAaaaagusssss (remeda la escena), ya sé cómo me llamoooo!!! -Cuánto me alegro cari, zzzzzzz!!!”
Reportera: Conociendo tu trabajo, siempre observo una constante, una tendencia a hablar de las relaciones sentimentales, de los amantes, del amor y el desamor. Un tema muy actual en las mujeres de ahora. Siempre hablas de relaciones y la relación más larga es la que tienes con el cabaret. ¿Cómo y por qué el cabaret?
Actriz: Es curioso. Para entroncarlo con lo que te contaba antes, hablo sobre las relaciones y hablo sobre la libertad. Son dos temas que me interesan mucho y precisamente en el cabaret, tengo muchiiiiiiiiiiiisima libertad (alarga la I mientras sonríe con sus ojazos) para hacer lo que me da la gana.
El cabaret como esquema es una coctelera, a partir de ahí como creadora, utilizando esa coctelera lo puedes transformar. Bárbara por ejemplo era algo inclasificable, muy difícil venderlo. Me decían es un monólogo, pero también era un musical, y era cabaretero y tenía proyecciones.
Reportera: Un espectáculo complejo muy potente.
Actriz: Era una marcianada que luego se digería muy bien. A eso me refiero con libertad, yo utilizo el cabaret como base de operaciones y a partir de ahí experimento y eso me da mucha libertad.
Reportera: Por eso ¿tu vicio es ser cabaretera según uno de tus monólogos?
Actriz: (risas) Es que engancha, es un vicio que además socialmente está muy mal visto. Hasta hace poco decir cabaretera era prácticamente decir puta. Ahora se está empezando a poner de moda, empieza a tener su espacio escénico y su respeto incluso. Pero yo recuerdo cuando estaba en el CAT (Centro Andaluz de Teatro) que tenía compañeras que me miraban (pone cara de asco) y me decían de manera despectiva que estaba haciendo bares. Yo las miraba y me reía, hacer bares es dificilísimo, tienes que ser súper llamativo, tu discurso tiene que estar muy claro, y la intelectualidad si te apetece, que a mí siempre me apetece, tiene que estar como en una tercera capa.
Cuando yo empecé a hacer cabaret en Sevilla, aquí no se hacía cabaret. Generamos un circuito que no existía en Andalucía con La Vorágine. Para mí es fundamental, este trabajo es crecimiento, si no sirve para que crezca yo y lo haga el público, a mí no me sirve. ¿Sabes?
ACTO II
Escena I: The Lovers (el animal amante)
Reportera: Y de repente después de muchos años currando, llega The Lovers (el animal amante) ¿Cómo surge, qué es y sobretodo que supone para ti este espectáculo?
Actriz: Es muy potente lo que supone para mí. En realidad ha habido tres hitos en mi carrera de creación personal. A nivel escénico y de implicación personal, primero fue La Vorágine, después Bárbara y The Lovers.
Reportera: Bárbara era un espectáculo increíble, y no soy la única como público que lo piensa.
Actriz: Sí, la gente me lo dice. En México ¿qué te crees que me he encontrado? He conocido a un muchacho español que me dice, oye tú firmas tus mails con la frase “La vida es una fiesta y yo conozco al portero” y es que tengo un cartel que arranqué hace unos años en Madrid y sale una muchacha diciendo lo mismo. ¡Era yo! Tiene mi cartel de Bárbara.
Reportera: Es que en Bárbara era todo, el montaje, el rollo tecnológico, los hologramas, etcétera.
Actriz: Efectivamente. Pues después de eso había pasado un montón de tiempo donde no había creado ningún espectáculo que me hubiera pellizcado igual, y de repente me ofrecen actuar todos los miércoles en un restaurante-espectáculo en Sol durante tres meses y me compran otro espectáculo que ya tenía hecho Roma+Madonna= Ramonna (risas). Una frikada tremenda que ya te contaré de donde sale (carcajadas).
Cuando me dijeron que me compraban ese espectáculo, me paré un segundo y dije tres meses de trabajo fijo en sala, voy a hacer algo nuevo. Entonces empecé a investigar, a experimentar con un pedal loop que acababa de comprar y pensé: no tengo nada que perder.
Hacía un año que había vuelto a Madrid y dije “chiqui no pierdes nada”, estaba empezando de nuevo y, bueno mis canciones siempre me han dado mucho pudor, las tenía guardaicas…
Reportera: Pero es cierto que en The Lovers hay canciones que son muy potentes.
Actriz: Llevaban años guardadas y de repente dije que más da, es un sitio pequeño, no hay pretensiones.
Reportera: Y llevas girando tres años por México
Actriz: Ya ves, la conclusión es la siguiente: ¿¡¡Maricón a qué estás esperando!!? No tienes nada que perder.
Reportera: En The Lovers introduces el concepto del NuCabaret y además es un espectáculo que te ha permitido crear el Concilio Cabaretero y la Muestra Internacional de NuCabaret el próximo 2016. Ha generado una historia muy bonita de sinergias entre distintos países.
Actriz: Yo estoy flipando, sinceramente. El secreto está en trabajar con sinceridad. Me ha pasado una cosa muy guay la última vez que he estado en México. Yo tengo seguidores allí y de repente, entre los profesionales, me están buscando para que les ayude en sus proyectos partiendo del NuCabaret, que es un concepto que me he inventado yo. Es decir, necesito llamar de alguna manera a lo que está sucediendo con el cabaret. Tiene mucho de riesgo y experimentación es como el modernauer del Cabaret.
Reportera: Digamos ¿una revisión del mismo?
Actriz: Igual que sucedía con el jazz clásico que se convirtió en Nujazz, algo está pasando, y está pasando (dejándose llevar por cierto frenesí) y lo estoy viendo. Entonces llego a México con esto que ni lo han oído, porque allí el cabaret es muy político, se apoyan mucho en la caracterización de personajes, es muy tosco, muy evidente, y llego yo con mi película, y funciona. Y no solo flipo con eso, sino porque los profesionales me buscan para que les ayude a virar la dirección de sus montajes en este sentido.
Reportera: Te veo muy flipada con esto del coaching.
Actriz: Me flipa mucho, si puedo ayudarte te ayudo, ¡venga!
Reportera: En el caso de The Lovers (el animal amante) cuentas una historia partiendo de un personaje que es muy poliédrico. Eres la inocente, la enamorada, la comehombres, la que está hasta el mismísimo coño de todo… eres muchos personajes en uno que además se apoyan en objetos, detalles y sutilezas que revelan una personalidad perfeccionista y cuidadosa. Me fascina que estés sola en el escenario, que lo controles todo y que te enfrentes al público a solas. ¿Qué pasa cuando se abre el telón y cuando se cierra?
Actriz: Que buena y bonita pregunta. ¿Cuándo se abre el telón? Con Bárbara me miraba al espejo y decía “que necesidad tengo yo de hacer esto, me cago en mi puta calavera” en el caso de The Lovers (el animal amante) es todo lo contrario, estoy “vámonos ya ¿no? Venga vamos a salir. Vamos YA!!!”
Cada montaje tiene su no sé qué, con The Lovers doy las gracias cada día antes de empezar (visiblemente emocionada a la par que teatral). Siempre hay un segundito en que me paro y me siento afortunada, antes de salir siempre canto (entona) ¡¡¡VOY A PASÁRMELO BIEN!!! (risas)
Y cuando termina, si la función ha sido buena tengo ganas de salir a cenar, a beber, a quemarlo todo. Salgo como un animal.
Reportera: El animal amante. ¿Cuánto de autobiográfico tienen tus números?
Actriz: En este caso es un espectáculo totalmente autobiográfico, hablo de mis amantes. Es un reconocimiento a la importancia que han tenido en mi vida. Es un GRACIAS como una casa porque me habéis hecho crecer.
Los protagonistas de las historias han venido a ver las funciones e incluso se han emocionado como en el caso de Maremoto.
Reportera: ¿cómo ideas tus números? Eres como una cabaretera del renacimiento, diriges, cantas, compones, actúas y eres sutil transformando tus referencias. ¿Cómo lo haces tía?
Actriz: Pues en el caso de The Lovers de una forma muy diferente. Todo surgió a partir de sensaciones, de emociones, necesito algo que escueza. Ese escozor ya me genera un movimiento y estoy atenta a cómo reacciona mi cuerpo. Es algo súper intuitivo y normalmente me doy cuenta de mi discurso intelectual una vez estrenado el espectáculo.
Reportera: Tu trabajo es energía, pero también está la capacidad para crear la arquitectura de lo que se va a hacer. Unir todos los canales, amalgamar los ingredientes y las herramientas, ¿cómo se hace?
Actriz: Hay una cosa que es cómo haces para contar bien una historia, y otra que es el cogollo de esa historia. La dramaturgia te da un arco para que el espectáculo tenga sentido, tenga un principio, un desarrollo y un final. Y eres tú quien decide como quieres que sea ese arco, qué dosis de intensidad le pones a tal o cual parte, cómo ensamblar las piezas. Dentro de la dramaturgia lo que quería contar era la variedad de colores que tiene un abanico emocional amoroso.
Pero el cogollo lo descubrí mucho después, hablo de la capacidad ilimitada que el ser humano tiene de amar. Esto es una cosa muy terrenal, te enamoras, sufres, tienes amantes, tríos, tatatatatatata (como una ametralladora), pero lo que subyace es otra cosa. El auténtico mensaje, lo que me ha tenido en vela toda la noche, es una cosa que tienes ahí dentro (se señala la barriga), es como una alimaña (sonido de alimaña, ejercicio de imaginación) y eso lo descubro mucho después.
ACTO III
Escena I: Persona
Reportera: Has vuelto a Sevilla después de seis años fuera de la ciudad. Imagino que te fuiste por una necesidad de cambio.
Actriz: Se había acabado una fase, quería volver a casa, retomar cosas que había dejado allí. Yo soy muy madrileña, en esos dieciséis años que estuve en Sevilla y dos de ellos en Barcelona, me pillaba un AVE y me iba a Madrid. Me comía dos fines de semana seguidos y me volvía, porque lo necesitaba, siempre he necesitado mucho Madrid.
Reportera: ¿Cuál ha sido la experiencia al volver a la ciudad? ¿Cómo te sientes aquí y cómo percibes lo que se está haciendo?
Actriz: Pues me da la sensación de que está mucho más despierta, que se arriesga más. Propone otras cosas y está mucho más abierta. Tengo la sensación de que está más receptiva, más despejá.
Reportera: Recordando que tienes un club de fans, contigo tengo la sensación de que eres una artista de las de toda la vida. Girando por México, mi camerino con mis flores y el baúl a cuestas. ¿Cómo te sientes tú?
Actriz: Cuando estás encima de un escenario, tienes que convertirte en el mayor potencial de ti mismo. No por una cuestión de que el público te admire o no, sino porque vea en ti sus propias posibilidades. Tenemos una responsabilidad, como comunicadora tengo la responsabilidad de entregas buenos productos al que paga por verlos, y además alimentarle. Considero que lo que entregamos es especial, y yo pongo en valor lo que entrego.
Reportera: La impresión que me das es que eres muy de festejar la vida, de que te gusta el cancaneo. Ese torbellino ¿cómo es en la intimidad, eres de bata y calceta en el hogar?
Actriz: Roma necesita silencio, Roma puede pasarse días sin comunicarse verbalmente con nadie. Necesito guarida, de hecho siempre genero casas bonitas donde poder estar, con un aire pseudovacacional. Paso mucho tiempo con mis plantas. Frus, frus, frus, que te ha salido un tallito (con voz dulzona), ahí va un vencejo (señala al aire con el dedo).
Por eso digo que yo nunca podría conducir, porque ese torbellino del que hablas es constante aquí (señalando la cabeza) y de algún modo tengo que calmarlo, yo llevo meditando toda la vida.
Reportera: Claro es que yo te veo (dudando), a ver como lo explico. No sé si eres tú o tu personaje.
Actriz: No hay diferencia.
Reportera: Es la misma moneda, pero tengo la sensación de que en la intimidad tienes un círculo al que casi no accede nadie. Que esa seguridad que irradias en escena imagino que en ocasiones puede verse vulnerada.
Actriz: Sí, tengo mucha fragilidad y de hecho reivindico la fragilidad. Es una cosa además que creo que tiene que ver con una sociedad muy poco femenina. No hablo de feminismo, estoy hablando del carácter femenino y masculino del ser humano. Dentro de la parte femenina está la fragilidad, el silencio, bucear en uno mismo, y eso lo reivindico a muerte.
Primero porque si no estás en silencio y no buceas, no sabes quién eres. Si vives de espalda a tu fragilidad es mucho más fácil que te quiebren. De hecho vive con ella, acéptala, cuídala y reivindícala. Aceptar que eres frágil te da fuerza.
Reportera: La fragilidad de hecho tiene una connotación negativa.
Actriz: Sí, de hecho la volubilidad femenina es un hecho muy denostado. El movimiento es naturaleza, eso está cambiando ahora, la parte femenina está más presente. Hasta que no aceptemos la parte femenina seguiremos enfermos como sociedad.
Reportera: Y esa dualidad femenina/masculina está en escena y está cubierta por una naturalidad que por otra parte nos engancha como espectadores.
Actriz: Eso tiene mucho que ver con el NuCabaret, igual que antes te hablaba de que el cabaret en México trabaja mucho la construcción de personajes desde la máscara, el NuCabaret genera personajes más cercanos y naturales. De hecho yo hago mi alter ego que es una potenciación de lo que soy.
Reportera: ¿Tienes algún número favorito?
Actriz: Paranógia y el del bigote. Ahora está ganando muchos puntos Maremoto, cada vez más. De hecho el primero está en Spotify y en Itunes, porque nena de repente haciendo el show veía a la gente con el Shazam y digo voy a tener que editarlo y a final de año saco disco (sonríe).
Reportera: Me estás dando una exclusiva o qué (divertida)
Actriz: (gesto cómico) Utilízalo como quieras.
Reportera: Bueno ya nos avisarás cuando saques nuevo disco.
Actriz: Es mi primer disco, ¡siendo una señora como soy ya!
Reportera: ¿A cuántos porteros conoces?
Actriz: Conozco al PORTERO, tengo mano ¿quieres entrar?
Reportera: (asintiendo) Gracias.
Actriz: A ti mi niña. ¡Que viva el Cabaret!
OSCURO
FIN
Nota del autor.-
Roma habla con los ojos. Roma habla con las manos y sonríe con el pelo. Esto es un encuentro a telón abierto. Tiene una bonita voz. Bebimos ginebra y apperol.
