Lost Twin, «Todo el poder en sus manos» 

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“A veces pasan cosas”, así explicaba el músico sevillano Mariano Torres la experiencia vivida tras el directo que Lost Twin, alias musical de Carlos R. Pinto, se marcó en Red House el pasado mes de mayo y que fue restransmitido en streaming por Captcha Music dentro de la inicitiva ‘A place apart’ con Torres como […]

Lost Twin

A veces pasan cosas”, así explicaba el músico sevillano Mariano Torres la experiencia vivida tras el directo que Lost Twin, alias musical de Carlos R. Pinto, se marcó en Red House el pasado mes de mayo y que fue restransmitido en streaming por Captcha Music dentro de la inicitiva ‘A place apart’ con Torres como maestro de ceremonias.

Claro que pasan cosas. Pasan cosas como que no hace falta viajar a EEUU o Inglaterra; epicentros mundiales de la mejor electrónica experimental, para encontrarse con una sesión como la de Sevilla que, por otro lado (y por circunscribirnos a la escala española), nada tiene que envidiar a las que se programan en los mejores clubs de Barcelona y Madrid. Pasa que no hace falta rastrear el catálogo de sellos como Brainfeeder, Warp o Hyperdub y toda su potente onda expansiva de marketing, para dar con discos como ‘The Mist’, el último trabajo de Lost Twin. Y sí, estoy sacando el punto «Andalucía über alles».

Los directos de Lost Twin son un auténtico espectáculo para los amantes del cacharraje. Improvisación, rapidez, exactitud, flow, gusto. Observar sus movimientos un rato es darse cuenta de que es meticuloso y sobre todo que en ese círculo cósmico que se monta entre cableado, controladores y demás máquinas todo el poder en ese momento está en sus manos. Olvídense de la tiranía del laptop y los conciertos en los que parece que el músico de turno está descargándose series en la extinta The Pirate Bay. Este viernes, 19 de diciembre toca, por cierto, en Madrid en la sala Siroco en el aniversario del colectivo Holy Dubs.

Hablamos con él de vida, milagros, productores de dormitorio preferidos, John Carpenter o la climatología inglesa en la tienda y taller de bicis Santa Cleta.

Desde tus primeros trabajos hasta ‘The Mist’ (Squaring the Circle, 2014) se va viendo una evolución desde los tempos propios del hip hop instrumental, beats abstractos y el uso de samples; con clara influencia de la psicodelia, el kraut rock de los 60/70, a una electrónica de aire más paisajística, con querencia por los sonidos más orgánicos y lo analógico. ¿Cómo has llegado hasta aquí?

No son en sí decisiones muy meditadas. No creas, por ejemplo, que lo de no samplear tanto en ‘The Mist’ ha sido una decisión tomada conscientemente, yo creo que ha dado la casualidad de que en este disco tenía muy pocos temas con samples. De hecho, samplear es algo que hay que hacer. Me parece algo importante en el proceso de creación. Ya no sólo por el hecho de encontrar cosas que estén de puta madre, sino por todo lo que te influye la cantidad de música que escuchas para buscar samples. Todas las ideas que pillas. No todas las ideas de producción tienen que ser porque las haga el Flying Lotus de turno. Escuchar, yo qué sé, el primero de Pink Floyd, ahí te puedes volver loco analizando los efectos y los trucos que hay.

Verás, cada cosa que voy haciendo me sale de manera natural. No me suelo plantear cosas como «voy a empezar a currar en un disco desde diciembre pasado hasta ahora». No me sale así. En ‘The Mist’, por ejemplo, hay canciones que son más antiguas que algunos temas del ‘Twin Talk’.

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En cuanto al propio proceso de creación, ¿cómo trabajas?

Normalmente suele pasar que hago muchísimos loops, creo que ahí sí que se ve una manera de trabajar muy cercana al rap todavía y cuando creo que algo promete pues lo aparto y quizás, con el tiempo, sí que se van formando una sucesión de temas en la que empiezas a ver conexión entre unos y otros.

Es cierto que me preocupa mucho que la música tenga un elemento orgánico, que no sea fría. Para mi música no me interesa la frialdad. Es algo que valoro en otra gente, yo qué sé como cuando escuchas discos de Techno de Detroit que son súper fríos y son la hostia, y son emocionantes también. Yo no lo sé hacer así. Busco un punto más cálido.

También es una música muy sensorial y plástica, casi pictórica, y creo que eres diseñador gráfico, ¿puede que guarde relación con eso?

Sí, seguro. Yo la verdad es que como diseñador me valoro poco, pero precisamente en el diseño de ‘The Mist’ sí que me lo pasé de puta madre. Lo hice a medias con Alfonso Cruz que es un pedazo de diseñador y como un hermano. Y en todo el proceso, pues ya te digo, no tenía el título aún pero sí tenía un montón de imágenes que me evocaba el disco y entonces me puse a recopilar un banco de imágenes brutal. Fue un rollo cadáver exquisito. Fue un proceso para mí que tiene que ver mucho con el propio sampling y de cómo hago la música, a través de la asociación de muchos conceptos y va dando lugar a algo unitario y por lo que cobra sentido lo que haces.

Y ya que estamos centrándonos en ‘The Mist’, cuéntame un poco cómo surgen las colaboraciones con las que cuentas en el disco.

Bueno, con Van Delay, que es nada más y nada menos que Paco Alcázar, conocía su obra, que me encanta. ‘El manual de mi mente’ es de lo mejor que se ha hecho en cómic en este país. Me flipa. Me enteré cotilleando en Internet de que él tenía un sello que se llama Mal Amigo Records y básicamente el sello es él. Tiene como veintipico referencias que todos son él pero con distintos nombres. El tío está constantemente haciendo música en su casa.

De ‘Coda’ (el último corte del disco) pudimos hacer unas cuarenta y pico versiones. Es una locura. Cuando entra la última parte del tema la cuestión era ver los finales alternativos. Al principio era un rollo kraut con ritmos motóricos ahí y él me mandó bajos y guitarras… Duraba como ocho minutos. Y de ahí el resultado final.

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En el caso de la canción ‘Ego Hunter’ cuentas con la voz de Nimio, Josephine Aylin (Boat Bean) que además también había trabajado con bRUNA como productor en su EP ‘I am your satellite’ (Origami Records, 2013) . ¿Todos interconectados?

Ahí va. bRUNA es colega también y la conocí precisamente del EP que le produce él y nada, surgió la posibilidad de que grabara voces y la verdad que genial. Ese tema quedó muy bonito. Espero poder hacer más cosas con ella porque aparte de que me mola como canta, ella currando es muy pro.

Y estaba muy preocupado porque en este disco sí que me he centrado bastante de los graves y los subgraves. De esa sensación envolvente de que todo te rodea, quizás de ahí lo que hablábamos antes de ese rollo orgánico. Como una especie de masa. En este tema hay unos subgraves, cosas que si tú los pones en el portátil no suenan directamente, pero que empezaba a retumbar y yo pensaba «a ver si va a saltar la aguja», pero no. Al final creo que ha sonado bastante bien y creo que también es gracias a Raúl Pérez de La Mina Producciones que ha hecho el master.

Son colaboradores de diferentes entornos y escenas , ¿empezaste a hacer música de la mano del rap o hubo escarceos previos con otros estilos musicales?

Yo empecé haciendo rap porque me parecía realmente de las cosas más fáciles que podía hacer. En el buen sentido, me refiero. Es una música espontánea, apropiacionista, que bebe de otras fuentes todo el rato. Luego sí que he tocado en grupos de rock. Tenía un grupo con amigos del pueblo que se llamaba Fragelo, que éramos los raros del pueblo. Nos molaba Slint, Tortoise, peña que estaba guay y teníamos muy buenas influencias, pero no es que sonáramos muy bien.

¿Y cómo se consigue sacar de las máquinas ese poder de evocación que roza lo onírico, e incluso cinemático de tu música?

En realidad las máquinas son sólo una herramienta. Te dan un mundo de posibilidades infinito. Si tú quieres sacar un sonido de guitarra o de piano o asociado a música más humana, puedes samplear, sintetizar, hacerlo cercana a lo original. Las máquinas al final son sólo el medio y los sintes que uso y la cacharrería que llevo en directo son el medio, ¿no? Y luego es un ejercicio más de crear melodías, en tratar el sonido. Creo que lo resumiría en eso.

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Asistir a un live tuyo es toda una experiencia, ver la rapidez con la que se mueven tus manos y el escaparate de cacharros y cableado, como si de un ‘círculo de poder’ se tratara, hablemos un poco de cacharrería y, sobre todo, ¿cómo llevas al directo los temas que produces?

Cuando empecé a hacer directos yo iba con el portátil, un Kaoss Pad y poco más, y bueno, lanzaba pistas desde ahí. En ese momento, básicamente me aburría tocando, yo pensaba «si esto me parece un coñazo a mí, al público qué le puede parecer». Sobre todo cuando estuve viviendo en Inglaterra, que fue cuando tuve que hacer más conciertos, fue cuando empecé a pillar más equipo. No me gusta tampoco lo que yo digo “directos de APC”. Hay mucha gente que se pilla ese controlador, el directo de esa gente está sujeto a ese controlador y al final suena todo igual.

Entonces, tienes que ensayar mucho.

Ensayo mucho, sí. Hay muchas partes de improvisación y al principio cuando empecé a tocar era una debacle. Ya después de dar más bolos y ensayar, al final todos esos cacharros son una extensión más o menos de lo que quieres hacer. Eso pasa también cuando tocas el piano, es lo que se llama memoria muscular, que al final va solo. Ya llega a un punto en el que yo sé que si quiero que en el siguiente tema no entre tal compás y quiero que haya tal efecto, ya sé lo que va a pasar.

Yo creo, generalizando, que por aquí todavía el público está poco acostumbrado a los directos de música electrónica o los valoran poco y piensan que está todo hecho de casa, que no exige tanto esfuerzo, ensayo y dedicación.

Sí, ese estigma todavía se tiene, pero, tal y como yo lo veo, también hay gente que se lo curra muy poco. Es más fácil currárselo poco en directo si estás haciendo electrónica que si haces rock. La gente, además, presupone que vas a ver a alguien que tiene nociones de guitarra, bajo, batería. Ese componente físico la gente lo valora como que es mejor y a lo mejor es una puta mierda lo que están tocando.

En electrónica es más difícil. Yo soy de la opinión de que hay que buscarle las vueltas e intentar no hacer un bolo que sea digamos estándar, tanto desde el punto de vista de sonido como estético. Ir a un bolo para que un tío pinche sus temas uno detrás de otro, para eso me quedo en casa escuchando el disco.

Me gusta que los artistas intenten hacer algo distinto. A mí por ejemplo me mola hacer versiones de temas míos en directo que no tengan nada que ver con la versión del disco, hacer versiones improvisadas. Da un valor añadido. Para mí eso es una batalla contra mi propio aburrimiento.

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¿Crees que haber vivido en Inglaterra y en Barcelona ha influido en la música que haces hoy?

Puede ser, desde luego. Yo eso lo noté mucho mucho en Inglaterra. Allí la música es parte del ADN de la gente. Todo el mundo controla de música, algo, un mínimo. Tú sales a la calle y hay veinte mil chavales cargando guitarras, teclados, todo el mundo produce o tiene un grupo. Todos los días hay fiestas de lo que quieras, además. Es un mundo en el que puedes decir: «esta noche me apetece escuchar northern soul» y va a haber un sitio para eso o drum and bass y lo hay.

Luego el tiempo que estuve en Inglaterra fue bastante productivo por el hecho de que el clima se nota mucho. Es un clima que propicia que la gente pase mucho tiempo en casa y allí hice mogollón de música porque había etapas que no salía. Cosa que aquí es más difícil porque tiendes a hacer más vida callejera.

Pero no paras, no paro de descubrir continuos remixes, colaboraciones. Con Spa.RK, con Galleta Records, produciendo para otra gente…

No te creas. Muchas cosas de las que salen ahora llevan terminadas un tiempo. Llevo unos meses que en cuanto a hacer música no he sido tan productivo. También porque he tenido más bolos y cada vez que tengo un bolo tengo que parar y sólo me dedico a ensayar. Ni siquiera yo me considero muy prolífico. Aunque sí que es verdad que de lo que sale en Internet sólo verás un 10% de lo que hago. Tengo muchísima música ahí que nunca verá la luz.

Aparte de que no toda merece ser terminada, también hay mucha que a lo mejor estoy preparando para MC’s o para otros proyectos y algunas veces se quedan en el tintero porque se descartan. De esas cosas luego salen ideas sueltas y movidas que me da pena que mueran. De ahí salió el ‘Twin Talk’ y es probable que haga un volumen 2.

Lost Twin

Creo que además participaste en uno de los bass camp de Red Bull Music Academy, ¿qué tal la experiencia?

Sí, se hizo un par de años en Madrid. Entonces ahí era sólo para productores nacionales y es de las experiencias que te cambian la vida. Aquello fue increíble. Estábamos allí como cuatro días encerrados en los estudios de Matadero, que te puedes imaginar cómo son. Bueno, ahora creo que están cerrados.

Éramos unos 20 ó 25, teníamos que ir a las charlas y luego teníamos casetitas de madera con un equipazo que lo flipas. En una un mini moog, en otra una Roland 909 y venga, a tu libre albedrío a hacer música. Estuvo muy guay porque también conocía a muchos de los que iban, bien porque me gustaba la música o porque había hablado con ellos por Internet y ya fue ponerles cara. También conocer a mucha peña que hace musicón y que luego hemos seguido siendo piña y siendo colegas. Gracias a eso he dado muchos bolos en España que de otra manera no podría haber dado.

Y volviendo al tema de Inglaterra, ¿en cuanto a artistas, escenas, hay muchas diferencias?

Creo que aquí estamos en un momento con muchas propuestas y de una calidad increíble. Sí que creo que hay que envidiarles en cuanto a las infraestructuras que tienen en el sentido de cómo se organizan en cuanto a colectivos y tener un puntito localista, en el mejor sentido posible de la palabra.

Cosa que aquí en Andalucía, si te fijas en los colectivos que hay, están súper disgregados. Todo el mundo quiere hacer cosas. Puede haber mucha peña haciendo cosas flipantes y no te enteras a no ser que conozcas al colega por casualidad. Allí se percibe de una manera distinta.

Pero calidad musical aquí hay mucha. Niño, por ejemplo, o Sunny Graves, a él lo conocen en América desde hace mucho tiempo y aquí es bastante desconocido. En Málaga, Abrigo de Pelos es un fiera. Aquí en Sevilla también la gente de La Droga Lab y Pedro, que Pedro hace un musicón con 19 ó 20 años que es una pasada. Glue Kids con Galleta Records ha sacado ‘Santos Inocentes’ un cassette que yo digo que es una mezcla entre rap y John Carpenter.

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Carpenter, referencias a ‘Solaris’ en algún título, gemelos perdidos como en la literatura fantástica y de ciencia ficción, ¿Van por ahí algunas de tus influencias?

No es que la ciencia ficción sea mi género favorito. Si es cierto que todo el punto surrealista, onírico, me interesa. Ese punto expansivo cuando piensas en el espacio en el universo, las bandas sonoras, etc.

Y lo de los gemelos… este tema no sólo está presente en tu alias Lost Twin, sino también en el título de uno de tus discos, ‘Twin Talk’, en el primer corte ‘Criptofasia’, y encima como Neo (alias con el que trabajas como beatmaker para MCs) produces el tema ‘Doppelgänger’ de Elphomega. Doppelgänger, si no me equivoco, hace referencia al gemelo malvado en obras de muchos escritores, de Cortázar o Poe, ¿Casualidad o un poco de fijación por el asunto?

Lo del alias Lost Twin tampoco tiene mucha historia. Lo vi en algún sitio, me llamó la atención la idea de poder tener un gemelo perdido por ahí y las conexiones que se pueden establecer entre ellos. Con el disco de ‘Twin Talk’ vi un documental francés. Y era muy guay, era de unas niñas que vivían aisladas porque los padres pensaban que tenían cierto retraso y las llevan con su abuela. La abuela sólo habla alemán y los padres inglés. Entonces las niñas desarrollan un lenguaje nuevo entre las dos, propio, y es una cosa que sólo entienden ellas dos. Me hizo gracia el símil con las movidas que yo hago. Lo de ‘Doppelgänger’ fue de casualidad, vaya.

Sí que es cierto que es un tema que me llama mucho la atención, pero no creo que sea una fijación en plan bestia. Tampoco he leído mucha literatura sobre el tema ni nada por el estilo. Es casualidad. No somos tan masones (risas).

Podéis escuchar ‘The Mist’ aquí: squaringthecircle.bandcamp.com/album/the-mist 

‘Lost Twin en ‘A place Apart’: www.dailymotion.com/video/x1vl5cr_lost-twin-a-place-apart-01_creation

Por Ana Carretero // Fotos: Rosa Ponce

 

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