La primera vez que vi a Diana yo era un imberbe, aún efebo, que tonteaba con la batería y vivía en una nube onanista. Diana, por aquel entonces, era una chica de mirada esquiva e inteligente que aparentaba fragilidad -pero sólo la aparentaba: detrás de aquella rizada melena y gafas estilo Trotsky se encontraba una […]